No todas las zambullidas salpican igual

Una niña tirándose de bomba en un lago.

Cuando arrojas una piedra a un charco, esta salpica. La piedra golpea la superficie y empuja el agua. El agua que fue desplazada vuelve a llenar el espacio que dejó la piedra. Este movimiento provoca una salpicadura. Puedes salpicar al tirarte de bomba al agua. Salta lo más alto que puedas y aprieta las rodillas contra el pecho. Tu cuerpo hecho una bola tiene una gran superficie. Cuando caes en el agua, haces un agujero. Cuanto mayor sea la superficie, mayor será el agujero. Cuanto mayor sea el agujero, ¡más se salpicará!

Clavadista profesional zambulléndose sin salpicar.

A veces el objetivo no es salpicar mucho. En el deporte de salto, una de las formas para obtener un buen puntaje es salpicar lo menos posible al zambullirse en el agua. Cuanto menos se salpica, mayor es el puntaje. Para lograr este objetivo, los clavadistas se zambullen en el agua lo más rápido y vertical que pueden. Con un giro rápido bajo el agua se logra salpicar menos. Los clavadistas doblan su cuerpo a la altura de la cintura para crear una cavidad de aire bajo el agua. Al hacerlo, se evita que el agua salpique.

Y tú, ¿qué puedes hacer? ¿Te gustaría ver a alguien saltar al agua sin salpicar? ¿O preferirías salpicar muchísimo al tirarte de bomba? ¿Cuál de las dos opciones te gustaría probar?

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Photo Credit: (t)Shutterstock / Anastasia Tveretinova, (b)FRANCOIS-XAVIER MARIT / Contributor/Getty Images