¡Las plantas también tienen sentimientos!

La planta “vergonzosa”, o mimosa pudica, responde al tacto humano.

¿Conoces a alguien que sea tímido o vergonzoso? Una persona tímida a menudo quiere estar sola. Hay personas que se ponen nerviosas cuando hay desconocidos. Puede que se crucen de brazos o den la espalda para intentar sentirse cómodas. Aunque sea difícil de creer, ¡hay una planta que responde de la misma manera! Por la forma en que se comporta, a la mimosa pudica se la llama “planta vergonzosa”.

La mimosa pudica tiene flores bonitas de color rosa o violeta. Pero lo interesante de esta planta son sus hojas. Son extremadamente sensibles al tacto. Cuando se le tocan las hojas, estas se pliegan una por una sobre el tallo hasta que todas quedan cerradas. Esto da la impresión de que la planta se está por morir, ¡pero no es así!

Lo asombroso de la vergonzosa es que lo hace sin tener cerebro. Incluso sin cerebro, cuando la tocan, puede distinguir si se trata de una situación segura o peligrosa. Las hojas no se cierran si se les cae encima una gota de lluvia. Se cierran si siente que hay fuego. También se cierran por la noche. Pasado un rato, las hojas se vuelven a abrir para poder absorber la luz del sol.  Con el paso del tiempo, ¡estas plantas asombrosas se han adaptado para sobrevivir y crecer!

Y tú, ¿qué piensas? ¿Cómo la sensibilidad de la mimosa pudica la protege del fuego?

¿Cuál es la idea general?

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