Algunos las llaman noctilucas, otros las llaman luciérnagas. Son nombres diferentes para los insectos que iluminan nuestras tardes de verano. Pero, ¿sabes cómo o por qué se iluminan?
Las luciérnagas tienen una parte especial del cuerpo donde se produce una reacción química. Cuando se combinan ciertas sustancias químicas, se produce luz. Las luciérnagas controlan cuándo comienza y se detiene la luz. Esto les permite resplandecer en patrones especiales.
Sus destellos advierten a los enemigos. Dicen: “¡No me comas! ¡Tengo mal sabor!”. Sus enemigos asocian el mal sabor con su luz y los evitan.
El destello también ayuda a las luciérnagas a atraer parejas. Hay muchos tipos diferentes de luciérnagas. Cada una tiene su propio patrón de destellos. Esto las ayuda a identificar y atraer a los de su propia especie.
Lamentablemente, es posible que veas cada vez menos luciérnagas. Algunos tipos de luciérnagas están disminuyendo en número. Hay muchas causas de esta disminución. Algunos tipos de productos químicos que utilizamos para matar plagas también matan a las luciérnagas. Los seres humanos también destruyen sus hábitats cuando construyen carreteras, casas y otros edificios. Pero hay otra causa en la que quizás no hayas pensado. La luz que producimos los humanos puede interferir con el apareamiento de las luciérnagas. Esta luz hace que les resulte más difícil encontrar pareja y reproducirse.
¿Qué puedes hacer? ¿Qué puedes hacer para ayudar a las luciérnagas?
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