Si alguna vez has soplado una vela, viste al viento convertirse en energía. Produjiste viento para apagar la llama. La naturaleza produce el viento que sentimos al aire libre. No podemos ver el viento, pero sí cómo mueve las cosas a nuestro alrededor. Una manga de viento y una veleta nos ayudan a saber que el aire está en movimiento y, además, de qué dirección viene. Al estudiar los patrones de movimiento del viento, el ser humano puede aprovechar el viento y usarlo como fuente de energía. Cuando usamos el viento para realizar un trabajo, estamos hablando de energía eólica.
La energía eólica se viene usando desde hace cientos de años. Antes, el viento se usaba para accionar molinos de viento que molían granos y bombeaban agua. Hoy en día, los molinos de viento pasaron a ser construcciones de acero gigantes con aspas largas, llamados aerogeneradores. Los aerogeneradores convierten la energía eólica en electricidad. Cuando el viento mueve las aspas, estas activan una máquina que genera electricidad. La energía eólica es una fuente de energía renovable. Se repone todos los días. Además, la energía eólica es energía limpia. No emite gases que contaminan el aire ni el agua. La energía eólica tiene la capacidad de dar luz a ciudades y pueblos de todo el mundo.
Y tú, ¿qué puedes hacer? ¿Qué cosas puedes hacer para consumir menos energía?
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